domingo, 26 de agosto de 2007

Confesiones de una viajera desesperada

Seguramente, queridos fans (y sé que sois legión :-P) lleváis unos días preguntándoos a qué se debe mi silencio y por fin lo puedo confesar. No había dicho nada hasta ahora para no causar sustos innecesarios, pero no quiero empezar sin dar las gracias por su ayuda y su apoyo a Moncho, Bea y Jorge, que son los que se han llevado el susto necesario.

La cosa es que cuando llegué a Tiruchy de vuelta de Karaikal me di cuenta de que me había dejado allí mi carterita de Halcón Viajes con los billetes de avión, el pasaporte, todo mi dinero, el DNI y la Visa, ni más ni menos. De tía lista, cuando cambié los euros que me quedaban y me dieron la pila de billetes decidí esconder la carterita debajo del colchón y pensé: “Si lo guardo aquí me lo voy a olvidar… no, no, que no me olvido”. Pero me olvidé. El caso es que cuando llamamos para que la recogieran y me la hicieran llegar… no estaba. Buscaron por todas partes, yo vacié mis maletas (pese a estar completamente segura de que allí no estaba) y la carterita que no aparecía, así que al cabo de un día de búsqueda infructuosa allí y aquí, el viernes me lié la manta a la cabeza y me volví a Karaikal (7 horitas largas de carretera ida y vuelta), a ver si yo lo encontraba y, en caso contrario, a poner una denuncia en la comisaría. Desgraciadamente, por más que busqué no encontré ni rastro, así que a la policía que me fui. Os ahorro la descripción del momento surrealista en la comisaría (hicieron falta dos visitas y como 8 policías para poner la denuncia), pero sí os contaré que se negaron a darme copia de la denuncia, diciéndome que hasta el lunes nada, que era el procedimiento para casos de pasaportes perdidos o robados y que, por supuesto, mi presencia era necesaria para firmar el certificado.

Mientras tanto, mis intentos de contactar con la Embajada Española en Delhi y con Air France en Chennai (con la oficina de Vigo ya había hablado Moncho) resultaron infructuosos por diversas cuestiones de horarios de trabajo y líneas saturadas. Esto a viernes por la tarde y sin posibilidad de avanzar los trámites hasta el lunes, día que tendría que pasarme en la carretera para ir a Karaikal. Teniendo en cuenta que para entonces me quedaría una semana justa en la India y con las –nefastas– experiencias previas de IND con la embajada española como referencia, digamos que no estaba precisamente tranquila.

Por eso os imaginaréis mi cara de felicidad cuando, estando con Bobby a la caza de modelos de churidar cortos y sin mangas para plagiar (ya os contaré), me sonó el móvil y Ambal me informó encantado de la vida de que la carterita dichosa, con todo su contenido, había aparecido… en un sitio donde yo había mirado como 3 veces y donde, estoy segura, no la puse en ningún momento.

No resulta muy difícil deducir que alguien se acojonó en el momento que entró en juego la policía y la puso allí. Supongo que a Ambal no le hará gracia, porque eso significa que fue alguien de la oficina, pero yo estoy encantada de la vida, porque ya me veía camino de Delhi para arreglar lo del pasaporte.

Para celebrarlo, mañana domingo, día de repingo, vamos María y yo a que nos den un masaje ayurvédico, que dura dos horas y te deja (por lo que cuentan María y Bobby) como si acabaras de nacer. También tuve mi momento de celebración con Bobby, en el instante de recibir la noticia: aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que estábamos en una tienda de ropa, me di a las compras compulsivas y adquirí tres churidares (uno para mí, dos para regalar), dos saris, dos nighties (uno tipo seda de Cachemira más chulo que un ocho, ambos para mí) y cuatro juegos de bangles (pulseras rígidas que llevan las indias en gran número).

Cuando llegué a casa, María casi me riñe por dejarme llevar así por mi adicción a la compra, pero en lugar de eso, lo celebramos con esta bonita foto para recordar el momento.


Yo como podéis apreciar, ya llevo puesto mi nighty nuevo, pero el cutrillo de algodón, no el chachipilongui de seda.

Hoy no tengo ganas de contar nada más, a ver si mañana saco un rato y os informo de mis deberes para los días que me quedan, que tengo que hacer unas cosas muy interesantes.

Besos felices y despreocupados.

PD1:¿Pero es que nadie más ve esos caballos esqueléticos? El 5º libro ya está en mi poder, espero no ventilármelo antes de marcharme y que me llegue para el avión (aunque seguramente dormiré casi todo el vuelo). Cris, no sufras, nada más lejos de mis intenciones que leerme el 7º libro sin pasar antes por el 5º y el 6º, sólo pensaba comprarlo aquí dando por sentado que sería mucho más barato que allí, pero dado que cuesta 1.000 Rs (unos 18 €), paso de ir cargando con él. El 5º, que es de pasta blanda, me ha costado 500 Rs. Teniendo en cuenta que, por ejemplo, el menú del día en un restaurante cuesta unas 25 Rs y los saris los hay desde 150 Rs (acrílicos, no de seda, claro), os hacéis una idea de lo CARÍSIMOS que son los libros aquí, sobre todo los que están en inglés.
PD2: En cuanto a si Harry es un maulas llorón como apunta Rosalía, prefiero discutirlo en persona ;-)
PD3: Moni, gracias por hacerme de mensajera con mis padres, que si no los pobres están incomunicados. El otro día mi madre amenazaba con comprarse un ordenador. A ver si es verdad, pero si siguen a golpe de módem no sé yo si le valdrá de mucho… (no te enfades, mami).

3 comentarios:

  1. [Comentarios pegados]

    ¡qué zuzto! menos mal que todo se arregló.
    uchos esos
    Rafa

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  2. ¡Alegría familiar desbordante por esa "aparición"! Yo también me habría dado a la compra compulsiva, o incluso a algo peor.
    Besazos
    marisa

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  3. tia pero que de cosas te pasan!!!!

    vaya susto, menos mal que al final se quedo en eso
    que ganas tengo de que vuelvas para frikear en condiciones!!!

    harry es muy grande banqui, que no se te olvide xDD

    besoteeeeeeeeeeee
    Cris

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