lunes, 27 de agosto de 2007

Descanso dominical

Es domingo y llueve tímidamente. Los altavoces del minarete de la mezquita llaman a la oración, un sonido que ya apenas me perturba cuando se escucha en medio de la noche o de madrugada. El cielo tiene ese indescriptible color amarillo rojizo que en Ibiza indica que va a llover barro y toda la familia disfruta del día de descanso: María consulta el correo electrónico, Kavin y Ambal ven la tele y Manimekalai se afana en la cocina. Bueno, parece que no toda la familia descansa… Es curioso cómo la sensación de pertenecer un poquito a este lugar se ha ido haciendo más intensa a lo largo de esta visita.

Llevo tiempo queriendo escribir sobre una cosa que he ido postponiendo, sobre todo por el tema del pasaporte perdido y hallado en la oficina, y este momento de tranquilidad me parece perfecto. A diferencia de mi anterior visita, en la que no me moví de Tiruchy más que para ir a coger el avión a Chennai, esta vez he tenido mis buenas dosis de furgoneta y carretera y, durante esas horas y kilómetros me asaltó, inesperada pero nítida, una especie de revelación, una realidad que ya conocía sobre el papel, pero que se materializó ante mis ojos con una fuerza que me dejó casi noqueada. La India es unas 6,6 veces más grande que España y, si tenemos en cuenta que en nuestro país hay unos 44 millones de habitantes, trasladando la densidad de población vemos que a la India “le sobran” unos 800 millones de personas, ni más ni menos. Esta no es la revelación, es sólo un dato indicativo que explica por qué a lo largo de cualquier carretera, sin importar a dónde conduzca o lo importante que sea, se ven continuamente poblaciones, poblados, asentamientos, cabañas aisladas. Camino de Karaikal, supongo que por una obra, sufrimos un desvío de la carretera principal que nos condujo por una pista enrevesada que atravesaba campos de arroz y un sin fin de chozas construidas con hojas de palma, como para que venga el lobo, sople y las derrumbe. Atravesamos esos poblados sin electricidad, ni bombas de agua, ni rastro aparente de servicios como locutorio, letrinas, tiendas, escuelas… y de repente, la revelación. Así viven, sólo en la India, cientos de millones de personas (los millones que subsisten bajo el límite de la pobreza son 280 según las estadísticas oficiales, más de 400 según cálculos más realistas). Me sentí como si saliese de mi cuerpo y observase, desde la altura el mar de techos de palma y destartaladas azoteas de adobe, como si pudiese oír las voces de todos sus habitantes y me invadió un terrible desaliento, una desesperación insoportable al saber que esa marea humana podría dejar de sufrir si a algunos les diera la gana y, al mismo tiempo, tener casi la certeza absoluta de que no les va a dar la gana nunca.


Tejados de palma

Afortunadamente para mí, mi optimismo patológico me arrancó de los brazos de la revelación, ayudado por los recuerdos de las personas con las que he estado hablando estos días en los suburbios. A lo mejor, a esas personas tampoco les va a dar la gana de aguantar toda la santa vida que se las trate como si no perteneciesen a la especie humana. Algunas ya empiezan a negarse con gran aínco.

PD1: Mañana os cuento lo del masaje ayurvédico que nos regalamos María y yo esta mañana, que me he puesto muy seria y ahora no procede.
PD2: Segunda semana de castigo por las tardes para Harry. ¡Esparadrapo para esa boca!

2 comentarios:

  1. [Comentarios pegados, como siempre.]

    Hola, chuli: Menudo susto el de la carterita dichosa, aunque también pienso que si te lo devolvieron intacto era alguien honrado y necesitado. No me extraña que ayer te diera el bajón. Sí que es muy desesperante saber que todo se arreglaría si Bill Gates y dos o tres millonarios más pusiesen empeño de verdad (porque son ellos los que mandan, los políticos son marionetas). Ánimo y parriba. Besos,
    Tina

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  2. que razon tienes en todo lo que dices, de verdad; pero todos sabemos que a la mayoria les conviene que la gente esta asi, para poder beneficiarse ellos mas, en fin

    me alegro de que sigas con harry, porbre, el tiene derecho a expresar lo que siente!!! la mbridge es una zorra impresentable

    hgarry es muy grande

    un besoooooooooo
    Cris

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